
Una familia que no tolera este tipo de casos como "yo" puede ser un gran obstáculo ya que es algo deprimente no poder expresar mis gustos (por más mediocres que sean) a mis padres, o no poder llevar a mi pareja a alguna cena familiar, o el no poder tener una relación con una persona públicamente. Sé que no soy el único con este problema, pero sin embargo he aprendido algo...
Ya logre aceptarme hace muchos años, me lastimó un poco al principio, pero el dolor se desvaneció rápidamente. Sin embarco no fue como el aguijón de una abeja, que duele al principio pero el dolor es a corto plazo y la abeja, la raíz del problema, muere al dar su último y primer piquete. Mi caso es diferente, creo que mi familia mató una parte de mi ser y aun muerta sigue sangrando después de un eterno año y seguramente durará más.

Me es difícil comprender como una persona tan débil como yo pudo haber soportado todo este dolor, un dolor que a diario incrementaba con el mismo tema en cualquier platica con mis padres, un año, los 365 días hablando sobre lo mismo, tratando de hacerme sentir la peor persona del mundo, como si hubiera matado a 5000 personas o como si hubiera asaltado el banco más grande del mundo, o como si hubiera asesinado a la persona más generosa del planeta; ¿acaso merecía todo eso? Ni siquiera hice algo que lo valiera, simplemente vivía una forma ligera de acuerdo a mi etapa de mi duración en este mundo. Y lo peor es que en todas las conversaciones sobre esto decidía quedarme callado hasta que todo acabara, guardando todos los gritos, insultos, reclamos, rencores y enojo que a lo mejor pude haber soltado para defenderme, pero no fue así, sencillamente oculté todo.
Era muy agonizante estar cada noche sin poder dormir, pensando en lo que me habían dicho y reclamarles dentro de mi mente, me producía un mayor rencor en mi interior. Durante mis últimos días en México, el único lugar que me sentía libre y a salvo era la escuela… ¿Lugar más feliz no lo creen? Pero al empezar el verano, era estar las eternas horas del día en una eterna discusión a diario. No era lo más sano para mi autoestima ni para mi carácter. Ya en mi gran castigo de quitarme de lo que más apreciaba, me sentía solo, abandonado en mis temores, cansado de luchar cada día. Juraba que todos me habían olvidado, que ya ni existía en sus vidas, hasta pensé que si abandonaba el mundo no tendría a nadie en el funeral. Un funeral sin ni si quiera sonido ambiental, simplemente un silencio perturbador.

Esos eran mis pensamientos e ideas que pasaban por mi mente en esas oscuras noches, tratando de descansar para prepararme hacia el siguiente día.
Hubo una noche en que no resistía las ganas de llorar, pero no podía, algo en mi interior no me dejaba. Al resistir ese sentimiento y tratando de guardarlo como todos los rencores, creo que ya estaba saturado mi corazón de tanto odio y tristeza, y al no poder almacenado entre a una crisis de sentimientos, ideas, emociones y odios. Mi soledad me consumía cada vez más junto con mi crisis emocional, creo que fue uno de los momentos más dolorosos de mi vida.
Culpar mi pasado... ¿Para qué? simplemente era un niño, así que por qué no culpar mi presente, esa es la posición de mi familia ligada con la religión. En ese tema no entrare ahora, es algo más complejo que no tiene importancia la verdad. De lo único que me arrepiento de ser así es que no vivo en un mundo completamente tolerable, pero la verdad no me detengo tanto en este pensamiento, lo dejó a un lado mientras sigo viviendo.

Dicen que la preparatoria es una de las mejores etapas de la vida, sin embargo la mía la cortaron desde el momento que me enviaron a Monterrey, ni siquiera puedo decir que disfrute mi último año. Pero si busco en mi pasado más reciente, los dos primeros años de mi preparatoria fueron los mejores momentos en mi vida y a pesar que en el último fue cuando empezó todo el climax de mi sufrimiento, creo que fue el que más disfruté, ya que como lo dije antes, abracé mi lucha y no mi caída en mi largo sufrimiento.
Así que si crees que mi vida es horrible, es porque efectivamente apesta, pero recuerda que yo la amo al igual que mi lucha que me hace feliz.
"As my happiness dies, listen carefully to the very last violin chord of its Requiem."
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